Archivo | 10 diciembre, 2011

ACÉPTATE EXACTAMENTE COMO ERES AHORA.

No te critiques. Cuando te criticas, tus cambios son negativos.
Cuando te aceptas, tus cambios son positivos.
Las críticas nunca cambian nada.
Acéptate exactamente como eres ahora.

1. NO TE DES MIEDO A TI MISMA. Deja de asustarte con tus propios pensamientos. Esa es una manera terrible de vivir. Busca una imagen mental que te guste y sustituye tu pensamiento aterrador por una imagen de placer.

2. SÉ AMABLE Y PACIENTE CONTIGO MISMA. Sé delicada y amable contigo misma. Ten paciencia mientras aprendes nuevas formas de pensar y cambias viejos hábitos de conducta. Trátate como si fueras alguien a quien realmente quieres.

3. SÉ AMABLE CON TU MENTE. El odio hacia uno mismo es sólo odio a los propios pensamientos. No te odies ni te hagas daño por tener esos pensamientos, ámate a ti misma cambiándolos suavemente.

4. ELÓGIATE. La crítica destruye el espíritu y la energía interna. El elogio y la valoración lo construyen. Elógiate todo lo que puedas. Reconoce lo que estás haciendo bien en cada pequeña cosa.

5. DATE APOYO. Encuentra formas de apoyarte a ti misma. Busca amigos y permite que te ayuden. Ser fuerte es saber pedir ayuda cuando se necesita. Aprende a pedir para que los demás puedan aprender.

6. AMA TU NEGATIVIDAD. Reconoce que la has creado para cubrir una necesidad. Ahora estás encontrando nuevas y positivas manera de cubrir estas necesidades. Por lo tanto, puedes dejar marchar, con amor, tus viejos patrones negativos.

7. CUIDA TU CUERPO. Aprende sobre nutrición. ¿Qué clase de alimentos necesita tu cuerpo para tener el máximo de energía y vitalidad? Aprende sobre ejercicio. ¿Qué clase de ejercicio puedes disfrutar? Ofrécete tiempo para descansar, aprende a relajarte física y mentalmente. Ama el templo en el que vives.

8. UTILIZA EL ESPEJO. Mira a menudo al interior de tus ojos. Expresa tu creciente sentimiento de amor hacía ti misma mirándote en el espejo. Habla a tus padres mirándote en el espejo. Perdónales también. Al menos una vez al día dí: “Te quiero, te quiero tal como eres”.

9. ÁMATE, HAZLO AHORA. No esperes a que las cosas te vayan mejor, te
encuentres bien, tengas pareja, trabajo o hayas adelgazado.

Empieza ahora y hazlo lo mejor que puedas !!!!!!!!!!!!!!!.

-Louise L. Hay.

Para el guerrero, no existe amor imposible.

Para el guerrero, no existe amor imposible.
Él no se deja intimidar por el silencio, por la indiferencia o por el rechazo. Sabe que, tras la máscara de hielo que usan las personas, existe un corazón de fuego.
Por eso el guerrero arriesga más que los otros. Busca incesantemente el amor de alguien, aun cuando esto signifique escuchar muchas veces la palabra «no», regresar a casa derrotado, sentirse rechazado en cuerpo y alma.
Un guerrero no se deja asustar cuando busca lo que necesita.
Sin amor, él no es nada.

NADIE COMO TU

La Oreja de Van Gogh, también conocida por sus siglas LOVG o LODVG, es un grupo musical originario de San Sebastián, España. Su trayectoria en el mundo de la música comenzó formalmente en 1996. Nació formada por Pablo Benegas, Álvaro Fuentes, Xabi San Martín y Haritz Garde. Amaia Montero fue vocalista del grupo desde sus inicios y abandonó la banda para comenzar su carrera como solista en 2007. Desde 2008 la vocalista es Leire Martínez.
Aunque se les suele identificar como una banda de género pop rock, esta formación donostiarra ha jugado a lo largo de sus cinco discos de estudios con géneros tan variados como la ranchera, el bossa nova, el dance o la electrónica. Su estilo también va acorde con el llamado Donosti Sound o Sonido de San Sebastián (término que alude al tipo de música que con tanto éxito han interpretado otros grupos de pop rock originarios de esta ciudad vasca, desde los años 80).

 

NADIE COMO TU

Nadie como tú para hacerme reír.
nadie como tú sabe tanto de mí.
nadie como tú es capaz de compartir
mis penas, mi tristeza, mis ganas de vivir.
tienes ese don de dar tranquilidad,
de saber escuchar, de envolverme en paz.
tienes la virtud de hacerme olvidar
el miedo que me da mirar la oscuridad.
solamente tú lo puedes entender
y solamente tú te lo podrás creer.
En silencio y sin cruzar una palabra.
solamente una mirada es suficiente para hablar.
ya son más de veinte años de momentos congelados
en recuerdos que jamás se olvidarán.
Nadie como tú para pedir perdón.
nadie como tú valora esta canción.
nadie como tú me da su protección,
me ayuda a caminar, me aparta del dolor.
tienes ese don de dar tranquilidad,
de saber escuchar, de envolverme en paz.
tienes la virtud de hacerme olvidar
el miedo que me da mirar la oscuridad.
solamente tú lo puedes entender
y solamente tú te lo podrás creer.
En silencio y sin cruzar una palabra.
solamente una mirada es suficiente para hablar.
ya son más de veinte años de momentos congelados
en recuerdos que jamás se olvidarán.
Y pasarán los años y siempre estarás buscando un plan
para que se hagan realidad los sueños que
soñábamos antes de ayer al dormir
hablando del tiempo que nos quedará por vivir.
En silencio y sin cruzar una palabra.
solamente una mirada es suficiente para hablar.
ya son más de veinte años de momentos congelados
en recuerdos que jamás se olvidarán.
Y sin hablar. sólo al mirar sabremos llegar a entender
que jamás ni nada ni nadie en la vida nos separa…

Quién eres tu realmente?

 Un hermoso mensaje para disfrutar y reflexionar, además los subtítulos se pueden leer en varios idiomas con la opción que aparece abajo a la derecha. =)♥

http://dotsub.com/view/15f0467f-d351-4224-acf5-df3f2ba9d5a0

http://dotsub.com/media/15f0467f-d351-4224-acf5-df3f2ba9d5a0/embedWithTranscript/h/

Cualquier pensamiento que hayas tenido sobre ti mismo, pequeño o desmesurado, no es quien eres. Es sólo un pensamiento. La verdad de quien eres no puede ser «pensada», porque ella es la fuente de todos los pensamientos. No se puede definir o darle nombre a la verdad de quién eres. Palabras como alma, luz, Dios, verdad, ser, conciencia inteligencia universal o divinidad, aunque sean capaces de evocar el éxtasis de la verdad, son insuficientes como descripción de la inmensidad de quien eres realmente. Independientemente de cómo te identifiques: como un niño, un adolescente, una madre, un padre, una persona más adulta, una persona saludable, una persona enferma una persona que sufre o una persona iluminada – siempre, detrás de todo eso, está la verdad de ti mismo. No es ajena a ti. Está tan cerca que no puedes creer que eres tú. No existe un concepto para definir la verdad de quien eres, ignorante o iluminado, inútil o grandioso. La verdad de quien eres, está libre de todo eso. Ya eres libre, y todo lo que te impide lograr esa libertad es tu apego a alguna idea sobre quien eres. Este pensamiento no impide que seas la verdad de quien eres. Tú ya eres eso. Te separa del descubrimiento de quien eres realmente. Te invito a dejar que tu atención se sumerja en aquello que siempre ha estado ahí, esperando abiertamente por su propio auto-descubrimiento. ¿Quién eres, realmente? ¿Eres alguna imagen que aparece en tu mente? ¿Eres alguna sensación que aparece en tu cuerpo? ¿Eres tú alguna emoción que pasa por tu mente o tu cuerpo? ¿Eres algo que alguien dice que tú eres? ¿O eres la rebeldía contra algo que alguien ha dicho que eres? Estos son algunos de los muchos errores de identificación. Todas estas definiciones vienen y se van, nacen y después mueren. La verdad de lo que eres, no viene y se va. Ella está presente antes del nacimiento, durante toda la vida y después de la muerte. Descubrir la verdad acerca de quien eres, no solo es posible, es tu derecho de nacimiento. Cualquier pensamiento de que este descubrimiento no es para ti, que aún no es tiempo, que no eres digno, que no estás listo, que tú ya sabes quien eres, son sólo trucos de la mente. Es hora de investigar este pensamiento y ver qué validez realmente tiene. En esta investigación existe una apertura para que la conciencia inteligente que eres, finalmente se reconozca a sí misma. La pregunta más importante que puedes hacerte es: ¿Quién soy yo? De cierta forma, esta ha sido una pregunta implícita, hecha en cada etapa de tu vida. Toda actividad, sea individual o colectiva, es motivada en su raíz por una búsqueda de auto-definición. Normalmente, buscas una respuesta positiva a esta pregunta y huyes de una respuesta negativa. Cuando esta pregunta se vuelve explícita, el impulso y el poder de la pregunta orientan a la búsqueda de la verdadera respuesta, la cual está abierta, viva, y llena de una «comprensión» cada vez más profunda. Tú has experimentado tanto el éxito como el fracaso. Después de un cierto tiempo, tarde o temprano, te das cuenta que quien eres, por más que la definas, no es satisfactoria. A menos que esta pregunta haya sido ‘verdaderamente respondida’, – no sólo convencionalmente respondida – seguirás con el hambre de saber. Puesto que no importa cómo hayas sido definido por los otros, bien intencionado o no, y no importa cómo te hayas definido a ti mismo, ninguna definición puede traer certidumbre duradera. El momento en que reconozcas que ninguna respuesta jamás ha satisfecho esta pregunta, es crucial. A menudo se lo denomina como el momento de madurez espiritual, el momento de madurez de la vida espiritual. En este punto, tú puedes concientemente investigar quien realmente eres. En su poder y simplicidad, la pregunta «¿Quién soy yo?» lanza la mente de nuevo a la raíz de la identificación personal, la hipótesis básica: yo soy alguien. En vez de automáticamente aceptar esta suposición como la verdad, puedes investigar más. No es difícil ver que este pensamiento inicial de «yo soy alguien», conduce a todo tipo de estrategias: ser un mejor ‘alguien’, un ‘alguien’ más protegido, un ‘alguien’ con más placer, más confortable, más realizado. Pero cuando este pensamiento muy básico es cuestionado, la mente encuentra el yo el cual estaba separado de lo que ella ha estado buscando. Esto se llama auto-investigación. La pregunta más básica: «¿Quién soy yo?», es la que más se pasa por alto. Pasamos la mayor parte de nuestros días diciéndonos a nosotros mismos o a los demás que somos alguien importante, alguien sin importancia, alguien grande, alguien pequeño, alguien joven o alguien viejo, sin nunca realmente cuestionar esta suposición tan básica: ¿Quién eres, realmente? ¿Cómo sabes que esto es quien eres en realidad? ¿Es verdad? ¿Realmente? Cuando llevas tu atención hacia esta pregunta: «¿Quién soy yo?» tal vez veas una entidad la cual tiene tu cara y tu cuerpo. ¿Pero quién es conciente de esa entidad? ¿Eres el objeto, o eres la percepción del objeto? El objeto viene y se va. El padre, el niño, el amante, el abandonado, el iluminado, el victorioso, o el derrotado. Todas estas identificaciones vienen y se van. La percepción de estas identificaciones está siempre presente. La errónea identificación de uno mismo como algún objeto dentro de la percepción lleva al extremo placer o extremo dolor y a ciclos interminables de sufrimiento. Cuando estás dispuesto a terminar con la errónea identificación y descubrir directa y completamente que tú eres la propia conciencia y no estas definiciones efímeras, la búsqueda de ti mismo en los pensamientos, termina. Cuando la pregunta «¿quién?» es perseguida de forma inocente, pura, en todo el camino de vuelta a su origen, surge un gran y asombroso descubrimiento: ¡no hay ninguna entidad allí! Apenas el indefinible e ilimitado reconocimiento de ti mismo como inseparable de cualquier otra cosa. Eres libre Estás completo, eres infinito. No hay final para ti, no hay límite. Cualquier idea sobre ti mismo que aparezca desaparecerá de vuelta en ti. Eres la percepción, y la percepción es la conciencia Deja que todas las auto-definiciones mueran en este momento. Déjalas ir, y ve lo que permanece. Ve lo que nunca ha nacido y lo que no muere. Siente el alivio de dejar caer la carga de definirte a ti mismo. Experimenta la verdad de la irrealidad de la carga. Experimenta la alegría que está aquí. Descansa en la infinita paz de tu verdadera naturaleza antes de que cualquier pensamiento del Yo surja.